Tras su polémico ingreso en el hospital por problemas de nutrición y la preocupación general que suscitó, Selena Gómez parece no acordarse de los graves daños que le ocasionan sus problemas de nutrición.
La cantante ha hecho oídos sordos a las recomendaciones de sus médicos y a los buenos propósitos que ella misma planteaba para reincidir en errores que creíamos que eran ya del pasado. Acompañada por Justin Bieber, que tanto se preocupó y tanto le cuidaba hasta ahora, la joven fue vista comiendohamburguesas en una conocida cadena de comida rápida de Nueva York.
Tras el episodio de desnutrición que hizo saltar todas las alarmas y llegar a hacer sospechar, incluso, de un posible embarazo de la artista, los médicos le aconsejaron que cambiase su patrón de alimentación. Selena, preocupada tras su paso por el hospital en el que incluso necesitó una transfusión sanguínea, afirmó que pondría más atención a sus hábitos y llevaría, a partir de entonces, una alimentación equilibrada y sana.
De hecho, hace unas semanas, la novia de Bieber era la primera en reconocer que estaba maltratando su cuerpo con sus desórdenes alimenticios: "comía demasiada pasta y no ingería suficientes proteínas. Me tuvieron que hacer una transfusión de sangre para tener más hierro, estaba muy mal e incluso estaba deshidratada", apuntó.
Parece que todo está olvidado. Ni los buenos propósitos ni el mal recuerdo que Selena manifestaba en aquel momento tienen ahora ninguna validez. Según señaló un testigo del establecimiento de comida rápida, que vio a la pareja "Justin y Selena y su guardaespaldas vinieron aquí a las tres de la tarde", dijo un testigo que se encontraba en ese establecimiento. A lo que añadió: "Fue muy extraño ver una celebridad pidiendo un Big Mac y patatas fritas. Él estaba con Selena y su guardaespaldas. Selena estaba muy bonita y feliz y pidió un Big Mac y patatas fritas".
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